La Isla de la Gonâve: Entre la Historia y el Potencial Turístico
La historia de la Isla de la Gonâve, ubicada frente a las costas de Haití, se remonta a tiempos antiguos y está marcada por eventos trágicos y migraciones. La historia comienza con una masacre, la de la reina Anacaona, cuyos sobrevivientes de la corte encontraron refugio en la isla. Anacaona era conocida por disfrutar de bañarse alrededor de Picmy, un lugar que dejó su huella en la historia de la isla. Así, la Gonâve fue el último refugio de los amerindios en Haití.
En el siglo XIX, la zona rica en peces de la isla atrajo a pescadores que también se dedicaron a la agricultura. En 1976, un ciclón golpeó el sur de Haití, llevando a los sobrevivientes a refugiarse en la Isla de la Gonâve, donde se establecieron como agricultores. Durante la ocupación estadounidense, la isla estaba dividida en sociedades Congo, grupos de personas que trabajaban y vivían juntas. Uno de ellos, Faustin Wirkus, fue elegido rey por la población en la década de 1920, convirtiéndose en el rey de la Gonâve. Su controvertida historia, titulada «El Rey Blanco de la Gonâve», relata su experiencia como oficial estadounidense convertido en rey.
La Isla de la Gonâve está ubicada entre el Canal de Saint-Marc y el Canal del Sur, se extiende a lo largo de 57 km y cubre un área de 800 km², lo que la hace tan grande como Martinica. A pesar de su historia tumultuosa, sigue siendo bastante preservada y pocos cambios han tenido lugar desde las descripciones de Faustin Wirkus.
Sin embargo, la Isla de la Gonâve tiene un potencial turístico considerable. La belleza de sus arrecifes de coral y playas la convierten en un lugar ideal para desarrollar una infraestructura turística, similar a la de Labadie Beach en Cabo Haitiano. Una iniciativa así permitiría aprovechar los recursos naturales de la isla y fomentar el desarrollo económico local.
Desafortunadamente, por ahora, la Isla de la Gonâve sigue estando fuera de las principales rutas turísticas del país. Sin embargo, con una gestión prudente y responsable de sus recursos naturales, podría convertirse en un destino deseado por los viajeros en busca de tranquilidad, belleza natural y experiencias auténticas. Al preservar su herencia histórica y valorar su patrimonio natural, la Isla de la Gonâve podría florecer y afirmarse como una joya desconocida de Haití, lista para revelar sus tesoros a los visitantes de todo el mundo.